miércoles, 11 de junio de 2014

Causas Artritis


Causas de la osteoartritis

Aunque la causa exacta de la osteoartritis no es conocida, investigaciones recientes han sugerido que los factores de riesgo múltiples pueden tener un papel vital para la aparición de esta enfermedad. Los principales factores que se han identificado incluyen la herencia, el estrés ambiental y biomecánica. Otros factores que son considerados posibles factores de riesgo incluyen: edad superior a 50 años, alta cantidad de minerales en el hueso, inmovilización prolongada de las articulaciones, lesiones en las articulaciones, obesidad y estrés prolongado a las articulaciones (tales como las debidas a ocupación o deportes). Estos factores dan lugar a la degeneración crónica de los tejidos de soporte de las articulaciones y conduce a la formación anormal de los huesos en las articulaciones, en última instancia resulta en el estrechamiento del espacio articular.

Causas de la Artritis Reumatoide

La  causa exacta de la artritis reumatoide, la cual destruye gradualmente el hueso y los tejidos circundantes de la articulación afectada, no es conocida. Una interacción compleja entre los factores medioambientales y hereditarios han sido propuestos como una posible causa para este trastorno. Una infección o una reacción autoinmune (en la que las defensas del cuerpo actúan en contra del mismo) generalmente desencadena una serio de cambios en los que los tejidos de las articulaciones que resultan en los síntomas. Por lo tanto, la artritis reumatoide es considerada con una enfermedad autoinmune que causa el  malfuncionamiento de ciertas células des sistema inmune del cuerpo.

Existen factores de riesgo para esta enfermedad, algunos de ellos han sido asociados con el incremento de la incidencia de esta enfermedad, los cuales son:
·         Historia familiar de Artritis reumatoide
·         Ser mujer
·         Estar en
·         Mediana edad o  adultos mayores
·         El fumar
·         Alto consumo de café


El uso de anticonceptivos orales, el consumo de y el aumento de la ingesta de vitamina D se asocian con un menor riesgo de desarrollar este trastorno.